quinta-feira, 28 de maio de 2015

SITE OFICIAL DO RIVER DESTACA JOGO PERFEITO E HISTÓRICO NO BRASIL

Un River tan perfecto como histórico en Brasil


El Más Grande jugó un partido inolvidable en Belo Horizonte, donde se impuso 3-0 sobre Cruzeiro para dar vuelta la serie y clasificarse a las semifinales de la Copa Libertadores de América, rompiendo su racha negativa en el estadio Mineirao. Ahora, a trabajar para que el receso potencie a un equipo que va camino a la gloria.

Delirio total. Dentro y fuera de la cancha. Los hinchas celebraron, fundiéndose en varios abrazos conmovedores, mientras que los jugadores hicieron lo propio, cantando a la par de los 2.000 fanáticos que coparon Brasil. No es para menos, River logró una victoria histórico. Sepultó cualquier tipo de antecedente desfavorable para ganar con una contundencia propia de un conjunto preparado para las grandes citas internacionales. Hubo personalidad. Hubo carácter. Hubo inteligencia para tener eficacia en los metros finales para lastimar, tal como lo exigió Marcelo Gallardo durante la antesala del encuentro.

El Muñeco y su cuerpo técnico, de enorme labor en silencio, diseñaron una estrategia perfecta. Redujeron el margen de error. Analizaron cada detalle para brindarle información suficiente a sus dirigidos, responsables de ejecutar la obra maestra durante la orquesta que dieron en Belo Horizonte. River fue más. Mucho más que Cruzeiro. Lo dominó táctica y psicológicamente. "Queda para la historia", sentenció un relator brasileño, consciente de que la producción del Millonario superó las expectativas de propios y extraños. Fue demoledora. Implacable. Y hasta generó algún recuerdo del nivel exhibido por Alemania en tierras mineiras.

Lo cierto es que River supo cómo moverse. Administró la pelota con criterio. Fue rápido, punzante. Eligió la opción más adecuada para cada momento. Producto de ello, abrió la cuenta a los 19 minutos del primer tiempo. Leonel Vangioni cortó un peligroso avance e inmediatamente buscó a Matías Kranevitter para iniciar un contragolpe en el que Teófilo Gutiérrez, la gran figura de la noche, asistió a otro jugador de gran desempeño: Carlos Sánchez, cuya definición cruzada fue brillante. En el palo a palo, La Banda era mejor. Sabía cómo agruparse atrás para aprovechar los espacios a pura velocidad, de manera intratable.

Más allá de algunos remates desviados de Cruzeiro, Marcelo Barovero no tuvo preocupaciones durante la etapa inicial. River tenía todo bajo control y amenazaba en cada ataque. Provocó infracciones, inquietó al fondo local y renovó credenciales en la materia pelota parada: tiro de esquina ejecutado por Ariel Rojas y cabezazo inapelable de Jonatan Maidana para estirar la ventaja, a pocos segundos del descanso. Una diferencia ideal para afrontar la segunda parte con seguridad, sacándole réditos a la desesperación de un rival que necesitaba dos tantos para reestablecerse y pasar adelante en la serie.

Sin embargo, River le rechazó esa posibilidad al club mineiro. En la primera chance, puso el 3-0 que terminó siendo definitivo. Teo, con una maniobra de colección, ridiculizó a un defensor y al pisar el área resolvió de manera excelente, ubicando el balón junto al poste izquierdo. El festejo de todo River resumió la unión de un plantel dispuesto a meterse en la historia grande del Más Grande. Si bien ya lo logró, eliminando dos veces en seis meses a Boca, va por más. Quiere la Copa Libertadores. Anhela besarla. Desea conquistarla. Está a cuatro partidos de lograrlo. El sueño es posible. Por lo pronto, a disfrutar y preparar con todo la vuelta después del receso.

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